Jorge Drexler sabe como precisar de una guitarra y un público para montar una noche mágica. Atrás quedaron las horas de retraso, y los errores gruesos en logística de la productora. Fueron dos horas para decirle a Drexler ♫Gracias, gracias, gracias♫
Junto a su inconfundible voz, y una banda que toca como si estuviesen interpretando en el Olimpo, Drexler disipó las murmuraciones que se realizaron durante las dos horas y media previas contra la producción del concierto.
En la primera parte del recital, que inició a las 9:30pm, repasó varios temas de su último disco, Amar la trama, y luego pidió el silencio de un público que coreaba todas sus canciones cual composición propia, para cantar el siguiente éxito:
No llevaba una hora de concierto, y Drexler ya había cumplido con creces. Pero como buen cantautor, sacó su rato para sentarse con su guitarra y una luz tenue a intepretar lo que el público pedía. Y tocó Me haces bien, y entonó Deseo, y complació con 730 días y su público coreó Fusión.
Después tocó otras canciones de las viejitas, como Aquellos Tiempos:
Al final, luego de casi dos horas de concierto, se despidió entonando Todo se Transforma; pero tuvo que volver ante la insistencia de los Drexleros a tocar canciones como Soledad y Going the Bocas (un homenaje al rey del Calipso tico, Walter Ferguson). La trama y Sea terminaron el repertorio por segunda vez.
Pero sus fans no iban a dejarlo ir tan fácilmente, y ante la insistencia, un carismástico, simpático y mediático Drexler, volvió para cantarnos una canción esperamos se haga realidad lo más prónto posible: ♫Volando voy, VOLANDO VENGO♫
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